La postergación, también conocida como procrastinación, es un problema que afecta a muchas personas en distintas áreas de su vida. Consiste en aplazar o retrasar tareas que se deben realizar, ya sea por falta de motivación, dificultad, miedo al fracaso o simplemente por pereza. Sin embargo, este hábito puede convertirse en un obstáculo para alcanzar nuestras metas y objetivos a largo plazo.
Antes de buscar soluciones, es importante identificar las causas de la postergación. Algunas de las más comunes son:
Al comprender qué nos lleva a postergar una tarea, podemos trabajar en solucionar el problema de raíz.
Para vencer la postergación, es necesario cambiar nuestra mentalidad hacia ella. En lugar de verla como algo negativo o incluso vergonzoso, podemos aceptar que es una tendencia humana y buscar maneras de superarla.
También es importante reconocer que no siempre se puede ser perfecto y que está bien cometer errores. El fracaso es parte del proceso de aprendizaje y no debe ser una barrera para avanzar.
Una de las razones por las que posponemos una tarea es que la vemos como algo muy grande y abrumador. Pero si la dividimos en tareas más pequeñas y manejables, se vuelve más fácil de abordar.
Por ejemplo, si tenemos que escribir un ensayo, podemos dividirlo en fases como investigación, esbozo, revisión y edición. Y luego, enfocarnos en completar una fase a la vez.
Es fácil caer en la tentación de postergar una tarea para hacer algo más placentero en el momento. Sin embargo, es importante recordar por qué es importante realizar esa tarea a largo plazo.
Puedes motivarte recordando los beneficios que obtendrás al completarla, como una buena calificación, una promoción en el trabajo o simplemente la satisfacción de haber hecho algo que te acerca a tus metas.
Las distracciones son un gran obstáculo para vencer la postergación. Si bien es difícil evitar todas las distracciones, puedes hacer algunas cosas para minimizarlas. Algunas sugerencias incluyen:
La técnica del pomodoro es una estrategia que ayuda a combatir la postergación mediante el uso de un temporizador. Consiste en trabajar sin interrupciones durante un período de tiempo determinado, normalmente entre 25 y 30 minutos, seguido de un descanso corto.
Esta técnica ayuda a mejorar la concentración y a vencer la tendencia a postergar, ya que te sientes motivado para trabajar intensamente durante un breve período de tiempo.
Finalmente, es importante celebrar tus pequeños éxitos para mantener la motivación y la confianza en ti mismo. Celebrar cada tarea completada te da una sensación de logro que te impulsa a seguir adelante.
Incluso tareas pequeñas como hacer la cama o lavar los platos pueden ser una oportunidad para celebrar tus logros y recordar que cada pequeño acto te acerca a tus metas a largo plazo.
La postergación es un hábito común que afecta a muchas personas. Sin embargo, hay varias estrategias que puedes utilizar para vencerla y lograr tus metas a largo plazo. Desde dividir las tareas grandes en pequeñas, hasta celebrar tus pequeños éxitos, puedes encontrar la técnica que mejor funcione para ti. ¡Recuerda que cada pequeño acto te acerca a tus metas, así que no dejes que la postergación te detenga!