Las relaciones sentimentales pueden colmar nuestras vidas de felicidad, amor y compañía. Sin embargo, cuando dichas relaciones terminan, o cuando no contamos con una pareja, muchas personas pueden sentir un vacío emocional que puede dificultar su bienestar. Es normal que extrañes a esa persona y sientas su falta, pero no por eso debes sufrir por no tenerla. A continuación, te explicaré algunas técnicas para llenar ese vacío emocional por ti mismo/a:

Aprende a disfrutar de la soledad

La soledad no siempre es un sentimiento negativo. De hecho, si aprendes a disfrutar de tu propia compañía, te darás cuenta de que puedes sentirte pleno/a de diferentes maneras. Disfruta de ese tiempo en el que no tienes que cumplir con las expectativas de nadie más que de ti mismo/a. Dedica ese espacio para reflexionar, meditar, escribir, leer, ver películas, escuchar música o hacer cualquier otra actividad que te guste. Créeme, en este tiempo puedes encontrar una gran liberación.

Además, aprende a apreciar las pequeñas cosas de la vida, todas aquellas maravillas que te rodean y que no necesitan de otra persona para disfrutarlas. Un atardecer en la playa, el cantar de los pájaros, una taza de café caliente en la mañana, un libro que te atrapa… Todo esto puede llenar tu vida de momentos plenos.

Date permiso para sentir

Es normal que sientas tristeza, rabia, nostalgia y otras emociones negativas cuando extrañas a tu pareja. No te culpes por sentirlo, date permiso para llorar, para expresar esas emociones sin tapujos. Ignorar tus sentimientos te hacer perder importante información emocional sobre ti mismo/a que te podría ayudar a crecer y evolucionar.

Aprender a manejar tus emociones te ayudará en tu desarrollo personal y en tus relaciones interpersonales. Escucha tu cuerpo, identifica esos sentimientos negativos y aprende a controlar aquellos que pueden ser perjudiciales para ti, como el enojo o el resentimiento. Aprende a darle la vuelta a la página y aprender de cada situación en lugar de quedarte en el dolor. Esa actitud te llevará mucho más lejos.

Busca nuevas aficiones

Invertir tiempo en nuevas aficiones que te apasionen es una excelente forma de llenar el vacío que sientes. ¿Por qué no unirte a una clase de baile, a un grupo de teatro, comenzar a hacer deporte o aprender un nuevo idioma? Piensa en algo que siempre hayas querido hacer pero que nunca te hayas atrevido a intentar. Hacerlo ahora te supondrá un impulso de autoconfianza y autoestima que te hará mucho bien.

Además, conocer nuevas personas y hacer amigos te ayudará a llenar ese espacio que antes ocupaba tu pareja. Más allá de una relación romántica, tener amistades sólidas es una fuente de apoyo emocional y de aprendizaje continuo que te ayudará en las diferentes etapas de tu vida.

Trabaja en tu bienestar emocional

Por último, y no menos importante, trabaja en tu propio bienestar emocional. Aprende a amarte a ti mismo/a, a valorarte, a cuidarte y a respetarte. Solo así podrás establecer relaciones verdaderamente saludables en el futuro.

Es importante que cuides de tu cuerpo y de tu mente alimentándote de manera adecuada, haciendo ejercicio, durmiendo las horas suficientes y aprendiendo técnicas de relajación y meditación. También es recomendable acudir a terapia para trabajar aquellos aspectos emocionales que te impiden avanzar hacia una vida plena y feliz.

• En resumen, si estás sintiendo ese vacío emocional tras una ruptura o si simplemente no cuentas con una pareja en este momento, no te desanimes. Piensa en esta situación como una oportunidad para descubrir cosas nuevas de ti mismo/a y para crecer emocionalmente.
• Aprende a disfrutar de la soledad y a valorar tu propia compañía. Date permiso para sentir sin culparte por ello. Busca nuevas aficiones que te apasionen y trabaja en tu bienestar emocional.
• Recuerda que tú eres la única persona capaz de llenar ese vacío emocional. Ama, valora y respeta a la persona más importante de tu vida: ¡tú mismo/a!

No esperes a que alguien más llegue a llenar ese vacío por ti. Comienza hoy mismo a trabajar en tu propio bienestar emocional.